¿Cómo hacer los perfumes perdurables?

No sé vosotr@s, pero no conozco a ninguna persona que no guste de un buen perfume.
Habemos quienes somos más tradicionales y fieles a determinadas fragancias y marcas, y los hay quienes gustan de variar frecuentemente en función de modas, estados anímicos o simplemente para probar nuevos lanzamientos.

Felizmente hoy en día contamos con la posibilidad de utilizar sucedáneos de los perfumes más famosos porque, hay que admitirlo, las fragancias «de marca» muchas veces son un lujo que no cualquier bolsillo se puede permitir.

Por supuesto, mi recomendación es siempre que sea posible, adquirir los perfumes originales.

¿Por qué? Porque están diseñados por prestigiosos perfumistas (¡son las versiones originales de la fragancia!), las materias primas son de la mejor calidad, desarrollan la máxima gama de aromas y los frascos están diseñados con esmerada dedicación.

Ahora bien, debido a la inversión que conlleva la compra de perfumes originales es lógico intentar que perduren. Es decir, realizar solo una aplicación por día y no tener que obligadamente «reforzar» su presencia con nuevas puestas a lo largo de la jornada.

¿Cómo hacer los perfumes perdurables?

La primer recomendación es de base, aplicar la fragancia sobre la piel inmediatamente después del baño o la ducha.  No solamente la piel estará más hidratada sino que los poros estarán «abiertos» fijando el perfume firmemente sobre la piel.

Volviendo a lo anterior, es muy importante para el desarrollo y permanencia de los aromas que la piel esté hidratada al momento de aplicar el perfume.  Si por nuestra naturaleza somos de piel seca, es importante utilizar cremas hidratantes previamente al uso de perfumes.

Evidentemente es fundamental la coherencia en el uso de fragancias.  Por ello es importante que desodorantes, lociones, champú, geles de baño y demás, sean de la misma línea que el perfume. Además redundará notablemente en la perdurabilidad del mismo (perfumes duraderos)

Siempre aplicar el perfume en las zonas del cuerpo que generan más calor.  Las que están en contacto con el sistema circulatorio, como son las muñecas – en la zona donde se toma el pulso -, la base del cuello y las axilas.  Hacerlo sin frotar, ya que el rozamiento enérgico produce la rotura de las moléculas olfativas restando el aroma original y generando otros aromas no deseados.

Si somos de usar solo un perfume o si utilizamos ciertas ropas exclusivamente con una fragancia determinada, por ejemplo si siempre que llevamos un vestido de fiesta usamos la misma fragancia, es conveniente aplicar el perfume sobre la misma prenda.

Para ello nunca atomizar directamente sobre la ropa.

En vez de ello atomizar la fragancia por sobre nuestra cabeza y dejar que caiga sobre la ropa.  De paso el perfume caerá sobre nuestro cabello, ¡otro truco para hacer el perfume duradero!

Proteger los Perfumes

Según os  comentaba más arriba, nuestras fragancias favoritas no suelen ser económicas… y por ello hay que cuidarlas y protegerlas.

El calor, la luz solar directa y la humedad afectan – o pueden afectar – a algunos de los ingredientes, degradándolos y modificando sus aromas.

¡Siempre para mal por supuesto!

Por eso es necesario en toda ocasión, almacenar vuestros perfumes en lugares seguros, lejos de la luz solar – que además los calienta!! – y muy especialmente, nunca los dejéis en el baño.

La humedad suele filtrarse al interior del frasco y hacer estragos…

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